Por Marcus Nakagawa, coordinador del curso de Sostenibilidad Empresarial para Líderes de la IBS Americas, impartido en la State University of New York
En los últimos meses, se ha hablado mucho sobre los obstáculos que enfrentan los temas relacionados con el ESG (Medio Ambiente, Social y Gobernanza) en los Estados Unidos. Las presiones políticas, los movimientos conservadores y los retrocesos regulatorios han generado una percepción de que la agenda de sostenibilidad se está debilitando. Sin embargo, los datos y los movimientos del mercado muestran una realidad más compleja —y que puede ser incluso optimista.
Según Moody’s, la emisión de bonos ESG debe mantenerse firme en 2024, alcanzando la marca de 1 billón de dólares a nivel global. Este dato, divulgado en diciembre de 2024, muestra por sí solo que, a pesar de las resistencias puntuales, el mercado reconoce el valor estratégico y financiero de la sostenibilidad. Grandes fondos e inversores continúan priorizando activos que consideran criterios ambientales y sociales en sus análisis de riesgo y retorno.
Además, un estudio publicado en noviembre de 2022 por Oxford Economics señala que la economía verde puede sumar 430 mil millones de dólares al PIB global hasta 2050. Este crecimiento será impulsado por inversiones en energía renovable, movilidad limpia, transición energética e innovación sostenible. Y los Estados Unidos, a pesar de las polémicas internas, siguen siendo uno de los grandes centros de estas inversiones.
Otro indicador importante proviene del propio mercado laboral. Según un levantamiento de febrero de 2025 de la plataforma Gupy en colaboración con Eureca, hay una aceleración significativa en la búsqueda de profesionales especializados en ESG y medio ambiente. Las empresas están activamente buscando talentos con conocimiento técnico y visión estratégica para conducir sus agendas de impacto socioambiental.
Es decir, mientras parte del discurso político intenta desacreditar o frenar la agenda ESG, el mercado —tanto el financiero como el corporativo— sigue en una dirección contraria, impulsando una transformación estructural en la economía. Esta es una tendencia global, con reflejos directos en las universidades, en los currículos académicos y en la formación de nuevos líderes sostenibles. El término ESG se transformará en otro concepto cuya base será la misma, por ejemplo, el CFA Institute, responsable del Certificado en Inversiones ESG, una importante certificación internacional, dejará el acrónimo y lo reemplazará por «Certificado de Inversión Sostenible» a partir de abril de 2025. Como muchos grandes inversores ya han cambiado los términos por transición energética, nueva economía, economía de impacto positivo, entre otros.
En este contexto, reforzamos la importancia de la capacitación internacional enfocada en sostenibilidad corporativa y estrategias ESG. El curso Business Sustainability for Leaders, impartido en la State University of New York en colaboración con la IBS Americas, aborda temas como liderazgo sostenible, cadena de valor sostenible, atracción de inversiones ESG e implementación de indicadores de impacto. Con un enfoque práctico, internacional y orientado al mercado, el programa prepara a profesionales para liderar la transición verde en empresas de todo el mundo.
Para quienes buscan ascenso en su carrera, impacto positivo y diferenciación en su currículum, esta es una oportunidad concreta de transformar el conocimiento en liderazgo global.
La transición hacia una economía verde y de impacto positivo ya no es una cuestión de «si», sino de «cómo» y «cuándo». Y a pesar de los ruidos en el camino, el futuro sigue siendo verde —y lleno de oportunidades para quienes están preparados.