Por Prof. Marcus Nakagawa, D.Sc. – Coordinador del programa Business Sustainability for Leaders (IBS Americas)
Aprobada en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, la Agenda 2030 de la ONU estableció un pacto mundial con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas interconectadas. Representa un hito histórico que busca equilibrar la prosperidad económica, la justicia social y la protección ambiental, adoptado por 193 países como guía colectiva hasta 2030 (ONU).
Es realmente nuestra lista de tareas de la humanidad para resolver los problemas actuales. Vivimos en un “condominio” global, donde cada acción individual impacta en lo colectivo, tal como sucede con los vecinos de un edificio, un conjunto de casas o una asociación comunitaria. Debemos pensar en los ODS como nuestra lista compartida de mejoras por hacer en este “condominio” global.
Avances y desafíos globales en la Agenda 2030 de la ONU
El Informe de Progreso de los ODS de 2025 muestra que, a pesar de los avances en áreas socioeconómicas como una mayor participación femenina en los parlamentos, el acceso ampliado a la electricidad, la inclusión financiera y el uso de internet, ninguno de los 17 Objetivos se alcanzará plenamente para 2030. Las metas ambientales, como las relacionadas con los océanos y los bosques, siguen con un retraso significativo (Sustainable Development Report 2025).
La aceleración del cambio climático, el aumento de la desigualdad social y los impactos económicos de las crisis globales continúan siendo barreras universales para la implementación de la Agenda 2030 de la ONU (UN SDG Report 2023).
El papel de las empresas e instituciones en la Agenda 2030 de la ONU
La implementación de los ODS no puede ser responsabilidad exclusiva de los gobiernos nacionales. Las empresas y las universidades son actores centrales para acelerar la transición hacia un modelo de desarrollo sostenible.
- Empresas globales ya integran los ODS en sus estrategias, alineando sus cadenas de suministro con estándares éticos, adoptando métricas de impacto socioambiental e invirtiendo en innovación responsable. Más allá de reducir riesgos, esta alineación abre oportunidades en mercados que valoran la transparencia, la diversidad y el bajo impacto ambiental.
- La academia, por su parte, prepara líderes capaces de traducir los ODS en prácticas de gestión y políticas públicas. Esto requiere competencias más allá del conocimiento técnico, como visión sistémica, capacidad de negociación y comprensión multicultural.
En IBS Americas, el programa Business Sustainability for Leaders, realizado en asociación con la State University of New York, ejemplifica esta contribución. Al reunir a profesionales de diferentes países, promueve una formación ejecutiva que conecta la teoría y la práctica en la sostenibilidad empresarial, ampliando la red global de líderes comprometidos con el impacto positivo.
Ejemplos globales de impacto
El Pacto Global de la ONU, que reúne a más de 20.000 empresas en 160 países, moviliza a las organizaciones en torno a principios de derechos humanos, medio ambiente, estándares laborales y lucha contra la corrupción, generando resultados concretos a escala mundial (UN Global Compact).
De la misma manera, iniciativas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) apoyan a pequeñas y medianas empresas en diferentes regiones, ayudando a integrar la innovación, el impacto social y el crecimiento sostenible en sus modelos de negocio. Estos ejemplos muestran cómo la Agenda 2030 de la ONU puede inspirar acciones concretas que van más allá de las políticas públicas (PNUD).
Los ODS no deben considerarse como un manual distante, sino como una brújula estratégica para los líderes globales. Existen oportunidades en todos los sectores y regiones. Cada directivo debe reflexionar sobre cómo alinear el crecimiento económico con el impacto social y ambiental, transformando los compromisos globales en acciones concretas.
Un futuro sostenible estará definido por la capacidad de las empresas, universidades y gobiernos de traspasar fronteras y transformar los principios de la Agenda 2030 de la ONU en prácticas reales.