Con 14 años de experiencia en el área Administrativa y 11 años en el área Financiera y Contable, Andrea Pereira García, de 46 años, ocupa actualmente un cargo en la Presidencia de la República Oriental del Uruguay y nos cuenta sobre la experiencia que tuvo en State University of New York – New Paltz, siendo su primer viaje internacional.
Demostrando su óptica humana y social al abordar el tema de Finanzas, Andrea comenta lo que espera para el futuro del área en su país y brinda un detalle de su trayectoria profesional y personal. Determinación y resiliencia hicieron que se trasladara 120 km de una ciudad del interior de su país (Nueva Helvecia, Colonia), a la ciudad capital, Montevideo para estudiar y trabajar, logrando así, hoy en día, una posición que es el objetivo de muchos. ¿Quieres saber cómo? Averígualo en la siguiente entrevista:
Realizar el curso Corporate Financial Management en SUNY – New Paltz. ¿Qué aprendizaje que obtuviste en este programa, tuvo mayor influencia en tu carrera profesional?
El mayor aprendizaje que tuve fue una especie de “ruptura mental”, sobre la forma de hacer las cosas y cómo comunicarlas, profesionalmente hablando. Nunca había salido del país, así que cuando llegué a los EUA, la necesidad de abrir mi mente e intentar comunicarme en otro idioma fue el aprendizaje más duro que enfrenté. Después que superé esa barrera, esa frontera mental, percibí que el nivel profesional de allá tenía un campo muy amplio de acción y de desafíos más allá de lo que conocía en mi propio país.
Fue un curso acelerado, mentalmente hablando. Tuve un direccionamiento muy intenso sobre el sector bancario, el mercado de valores como un todo. Adquirí una visión real en Manhattan, donde visitamos empresas locales y eso me mostró algo que no conocía, fue mucho más allá de lo que yo ejercía en Uruguay. En ese momento, tuve una reflexión muy grande sobre lo que estaba haciendo en Uruguay y lo que podrías hacer después del curso.
¿Cuál fue la experiencia más impactante para tu vida personal que tuviste en SUNY?
El calor humano de los profesores fue el mayor placer que traje conmigo. Aún tengo contacto con el profesor Edward Lane y estoy direccionando mi carrera profesional con los consejos de él. El profesor Phillip James me ayudó mucho a mejorar el inglés, él fue muy gentil, brindándome información que necesitaba para desenvolverme mejor en el curso. Hubo un intercambio muy agradable y fluído de conocimiento que marcó un antes y un después tanto en la parte humana como en la parte profesional.
¿Cuándo piensas sobre tu trayectoria profesional, qué actitud fue esencial para llegar a dónde estás?
Mi vida personal nunca fue fácil. La educación en Uruguay es gratuita, pero nací en una ciudad alejada de la capital, siendo que las universidades están centralizadas en Montevideo (capital de Uruguay). Por lo tanto, cuando no tienes los medios, el esfuerzo económico que debes hacer para llegar a la capital y realizar esos estudios es bastante importante. Determinación y Resiliencia fueron actitudes esenciales.
Determinación porque tuve que dejar mi ciudad de 14,000 habitantes, (en la época trabajaba en una panadería) y trasladarme a la capital, lejos de mi familia para trabajar en una textil y con ello poder, cubrir mis gastos diarios. Resiliencia para adaptarme a situaciones adversas que presentaba el vivir en una ciudad diferente a la mía.
Actualmente hace once años que trabajo para el Gobierno en el área Financiera y Contable y veo que ambas cualidades me ayudaron a alcanzar la posición donde hoy me encuentro.
¿Cuál fue la mayor dificultad que tuviste que enfrentar en tu carrera?
Hay dos cosas que me marcaron: el proceso selectivo para ingresar a la oficina del Gobierno, en el cual competí con 350 candidatos. Fue un proceso bastante difícil, pues la prueba abordaba asuntos como proyectos financieros internacionales, algo que las universidades no se adentran en detalles más allá de los libros; la realidad es bien diferente. La segunda definitivamente fue dejar mi país por primera vez con la IBS Américas, enfrentar el miedo que me generaba; ya que de no superarlo se convertiría en una barrera de por vida.
¿Siempre te gustó estudiar?
¡Así es, siempre me gustó leer! Académicamente hablando, siempre fui una persona que se destacaba en el colegio. El único inconveniente, en realidad, fue tener que trasladarme 120 km de mi ciudad natal para la capital, pero no me arrepiento porque obtuve lo que buscaba.
¿Tienes a alguien que te inspiró? O ¿alguien que te ayudó en este proceso para continuar estudiando y no desistir?
Tuve autores muy importantes, como Miguel Alonso Puig, Tony Robbins, Warren Buffet, Robert Kiyosaki, entre otros que me ayudaron a cambiar mi forma de ver las cosas y seguir insistiendo para dar ese próximo paso en mi vida.
Hablamos de la dificultad, ¿cuál fue su mayor logro?
Esa es una buena pregunta. Creo que más allá de un título, ampliar tus contactos, tender redes, lo que hoy llamamos “Networking”, tener personas alrededor que pueden ayudarte a crecer y que también, de algún modo, puedes tú también aportar a su desarrollo. Es un ida y vuelta y eso vale más que cualquier materia aprendida de un libro.
Con esa experiencia internacional, ¿cuál es tu visión del futuro del área de Administración y Finanzas de las Microempresas? Cuando piensas de aquí a 50 años, ¿cómo será?
Esa es una pregunta que siempre me hice desde que entré en la universidad; el Micro financiamiento, es decir, el financiamiento orientado a las microempresas. Me parece que debería existir mayor énfasis a nivel educativo de la que hay actualmente. Creo que antes de llegar a la universidad, los alumnos deberían aprender los principios fundamentales de la educación financiera y tener claro que organizaciones y qué herramientas cuenta en su país para llevar a cabo un emprendimiento. Puesto que muchos estudiantes se ven obligados a tener un empleo a la vez que estudian, el eficaz manejo de sus ingresos determina su libertad financiera. Por eso creo que debería existir administración y finanzas personales como una asignatura en las escuelas públicas y en los liceos para aquellos que no ingresan a la universidad y quieren desarrollar un emprendimiento.
Hoy en día, estoy en la AJE (Asociación de Jóvenes Empresarios – Uruguay), y todos al llegar por primera vez, hacen la misma pregunta “¿Cómo puedo tener acceso a un financiamiento para realizar mi proyecto?”. Si bien hay algunas organizaciones, el emprendedor aún se encuentra un poco “perdido” en el universo de las instituciones que lo otorgan. Creo que debería existir más acceso a la información de este tipo. Si los emprendimientos o ideas de negocio, que representan una parte del producto interno bruto del país (PBI) no tienen buen acceso de información, una estructura educativa para desarrollar las microempresas, no estamos dando la debida importancia que ésto merece. Existe una economía tradicional y hoy, con la tecnología y con el aumento de generadores de nuevas ideas de negocios, los jóvenes quieres hacer algo más. Creo que el micro financiamiento debe tener un lugar de importancia en el área educativa.
Tengo un proyecto ambiental y es por ello por lo que estoy en la AJE (Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios). En la universidad realicé un proyecto de investigación sobre qué características en común poseen los emprendedores en Uruguay. Con ello buscábamos saber qué cualidades comunes posee un emprendedor que otros no tienen o no desarrollan. Además de ello, personalmente, en mi preocupación por el medio ambiente, estoy iniciando una idea de negocio pero está en etapa de viabilidad, es decir si es posible o no que sea rentable y que funcione en nuestro país. Entonces, cuando me hacen esa pregunta respondo por mi propia experiencia: que el micro financiamiento debería tener un mayor foco de estudio dentro de las universidades; y antes de llegar a ella, es necesario mayor formación y mayor incentivo desde los organismos estatales como privados.
¿Qué le dirías al estudiante que está comenzando ahora en este ramo?
Siempre tener la preocupación de buscar más información de la que te proveen como lectura reglamentaria, que tiene que tener la inquietud y curiosidad, ser un poco autodidactas, utilizar la tecnología como una herramienta aliada. Hoy existen cursos de capacitación profesional que pueden hacerse online en forma gratuita, además de poder acceder a aprender otros idiomas es una oportunidad que no deberían dejar pasar. Ser curioso, no dejar nunca de tener curiosidad por aprender más y utilizar la tecnología como un apoyo invaluable.
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